martes, 20 de mayo de 2008

Vodka mejor que tomate /Vodka better than tomatoes (Armenia 20-05-2008)

En Armenia un kilo de tomates cuesta dos euros y una botella de vodka tan sólo uno. Parece evidente porque la gente se emborracha. Es una cuestión puramente económica.

In Armenia, 1kg tomatoes costs 2 euros, a bottle of vodka just one. It seems obvious why people get drunk. It is just for economic reasons.


En algunos supermercados (en la mayoría) la sección de licores ocupa mucho más espacio que la de verduras o la de chocolates. Para ofrecer alcohol, en el Caucaso, los habitantes se tocan con el dedo la parte exterior de la garganta. Un gesto que no entendía bien al principio pero que ahora le he encontrado hasta la explicación histórica. Según me cuentan mis amigos, cuando en Rusia los trabajadores recibían la promesa del salario, un sello les era estampado en el gaznate. Al llegar al bar les bastaba con señalar con el dedo esa marca para que el camarero les sirviera vodka. Ahora ya no hay tal sello en la garganta pero ha quedado el gesto que es una invitación a beber.
Armenia es además un país plagado de tuberías de gas. En Alaverdi hay una gran factoría que suministra a todo el país. Los tubos de gas no están bajo tierra sino en la superficie, y para que los autobuses y camiones no los rompan los elevan por encima de la carreterera. Solo lo justito. Si el sistema no fuera de por sí suficientemente peligroso, muchos coches funcionan con gas. Los autobuses llevan las bombonas rojas en el exterior, aunque dado el estado de los vehículos, más bien parecen bombonas de oxígeno para unas máquinas que precisan respiración asistida. Pero son realmente hermosos, con sus ventanas traseras redondas que llenan de luz el interior. Aunque sigo prefiriendo la luz que entra por las ventanas de mi bicicleta: el auténtico descapotable que supera con alegría ciertos desniveles del 12%.
De vuelta en Tbilisi me preparo para el espectáculo que tendrá lugar mañana en Cáritas al tiempo que detallo la ruta que me conducirá en verano-otoño por la Pamir Highway, una de las rutas de alta montaña más hermosas del planeta. Para la que es preciso no sólo un par de visados sino algunos permisos especiales, al ser frontera con Afganistán. Pero cualquier cosa mejor que conductores que beben alcohol a las diez de la mañana y conducen como en un rally por una carretera plagada de vacas que no han visto en su vida un cercado. En Armenia muchos campesinos se la pasan mirando a sus cuatro vacas, alejándolas de vez en cuando de la ruta con un par de mal lanzadas pedradas.
Han sido menos de diez días en ese país, pero más de cuatro pasos de montaña de dos mil metros, 800 kilómetros de bici, y un poco de cerveza KILIKA la conocida marca que triunfa en Yerevan. Por sus calles resuenan los tacones de las hermosas mujeres Armenias que se visten elegantemente como si fueran a la Ópera tan sólo para bajar a la esquina a por el pan. Sus pasos tienen el ritmo de las rotas aceras de Yerevan, que las hacen bailar sin acompañante.
Desde Tbilisi, día 1.281, Paz y Bien el biciclown.

In most supermarkets the spirits section is bigger than that of greens or chocolates. To offer alcohol, people put their finger on the throat. A gesture I did not understand at the beginning. My friends told me that when in Russia workers would be promised their salaries, a stamp would be placed on their throats. At the bar, they would just point at it and the waiter would serve them a drink of vodka. Now there is not such a stamp, but they still use the gesture:
Armenia is full of gas pipelines. In Alaverdi there is a big factory supplying all the country. Pipelines are on the surface. The system is so dangerous that even cars are on gas. Buses carry red gas containers, they look like oxygen bottles really. But buses look beautiful really, with round windows letting pass the light through. Although I still prefer the light coming throuogh my bike.
Back in Tbisili, getting ready for my show in Cáritas tomorrow. I am also preparing my route along the Pamir Highway, one of the most beautiful mountaineering routes on the planet. You just need some special permits, but no visas. The worst thing is the drivers drinking vodka at 10am and driving like mad. In Armenia many farmers spend their days looking at their 4 cows and throwing stones at the cars on this route.
I have spent less than ten days in this country, but climbed up more than four mountain ports with more than 2000 km of height, 800 km by bike and I have traed KILIKA beer. Armenian women are beautiful, they dress up very elegant as if they were going to the Opera House. They walk as if they were dancing.
From Tbilisi, day 1281, Peace and Well Being, the biciclown.