domingo, 2 de septiembre de 2007

Frenesí a orillas del Nilo más islámico


Fecha:02/09/07
Lugar:Egipto


Tras haberse roto en el norte de Sudán, he conseguido repararlo. Por lo que me pedían por la nueva pantalla podía bien comprarme otro modelo nuevo de ordenador. Pero la lucha ya es parte innata de mi personalidad. Así que tras recorrer más de 40 kilómetros en bici por una ciudad plagada de coches que no conocen la luz roja del semáforo (simplemente no existen), arrivé al departamento de marketing de Toshiba. Con la respuesta de ?aiwa? (sí, en árabe), a la repetida pregunta de si-tenía-cita, me situé cual torero en el tercio de banderillas ante la puerta del mismísimo Director General. Ahí se acabó la eficacia de mi contraseña, aunque pude contar mi proyecto a varias personas que quedaron en darme una respuesta en menos de 48 h. Al salir por la puerta y dejar atrás el aire acondicionado, marca LG (¡?), el calor me recordó lo difícil de mi envite. Que Toshiba Egipto me repare gratis la pantalla del ordenador era más que imposible. Era una quimera. Pero a veces los sueños nos sorprenden cuando echan a andar, y en el plazo indicado recibia un sms en mi móvil en el que Toshiba Egipto decidía repararme gratis la pantalla para colaborar ?as a sign of support to your noble cause?. En menos de media hora, el ingeniero Medhat Ahmed Abd El Rahman, le lavaba la cara a mi ordenador. De nuevo puedo escribir, y así iniciar mi libro. Gracias a Toshiba Egipto, por su gesto, pero también por su sensibilidad para recibir a alguien que viene de otro país sin cita ni contactos, sin otra carta de presentación que la mirada.

La noticia de la reparación la recibí en Luxor, a donde fui a visitar de nuevo las tumbas de los faraones, y el Templo de Luxor. La nueva cámara de fotos proporcionada por Morés, obra maravillas por la noche. Gracias también a ellos por renovar su compromiso con el proyecto.

Los días los he pasado también colgado del teléfono, atendiendo a los medios de comunicación, principalmente españoles, que solicitaban entrevistas en las radios con motivo de la nota emitida por la Agencia Efe del Cairo. Una de esas entrevistas llegó hasta el receptor del Director General de un grupo de empresas andaluzas, que ha decidido apoyar el proyecto suscribiendo en mi favor un seguro de accidentes. Desde hace un año estaba viajando sin seguro, pues había caducado el que suscribí en España. Lo mejor será no tener que usarlo, pero lo bueno será saber que si lo necesito, mis amigos andaluces me habrán sacado de un gran apuro.
El Cairo es una ciudad llena de velos. Desde hace años se ha incrementado el número de mujeres que portan pañuelo en la cabeza, y también las que utilizan el burka, guantes y calcetines, para cumplir con las más estricta exégesis del Corán. Así, si ves una mujer sin pañuelo, es muy seguro que sea de religión católica. Las parejas no se tocan en la calle, ni siquiera se agarran de la mano, y todo tiene un toque surrealista cuando ves los videoclips musicales en la televisión. En ellos sensuales mujeres marcando curvas parecen saltar del monitor. Los hombres babean (literalmente) y al salir a la calle y ver una europea sin velo y de manga corta, sus ojos se desprenden de la cuenca y su cabeza se gira más de lo médica (y moralmente) permitido. No se cortan a la hora de brindar piropos, la mayoría de mal gusto, pero es una sociedad echa por y para el hombre, donde la mujer no puede ser vista, salvo en casa. Es el Islam, con sus pobrezas y sus riquezas. Es un contraste incluso para un viajero que ha recorrido África en bici y ha ido viendo los cambios sucederse poco a poco.

La religión católica vive arrinconada, siendo Asyut su bastión principal. Estos días se celebraba allí una gran manifestación religiosa en la que católicos y cooptos, celebraban su fe, ante la atónita mirada de los musulmanes. Más de 4 millones de personas visitaron en un día la villa de Dronka, para recorrer las calles con gritos de ?Donde están los periodistas, los cristianos han venido? ( dicho en árabe rima y todo). Los policías, musulmanes en su generalidad, tienen que tragarse la bilis y hacer de tripas corazón ese día. A la noche hay atracciones de feria, donde la Virgen María, centro de muchos rezos, llena con su cara de Barbie todas las paredes.

A la noche los padres cooptos bautizan a los niños que son sostenidos, en cueros, por sus madres. Son sumergidos en una pila bautismal y, al sacarlos de ella, el jóven padre les brinda un soplo tan angelical y paternal que un torbellino parece recorrer la sala.

Los espectáculos sufren la demora propia de la época vacacional. Ya he hecho varios contactos, pero he de aguardar a que termine agosto. Luego viene septiembre y el comienzo del Ramadán, donde toda actividad diurna se ve paralizada ante la ausencia de ingesta de alimentos de los habitantes del Cairo. A la noche la comida y la amistad inundará las calles, pero parece que mi clown debe esperar hasta octubre. Cosas de la cultura religiosa.
La BBC Brasil y en Español me ha grabrado una entrevista para Radio, Televisión e Internet que vereís la semana próxima, y sigo trabajando en una nueva web, gracias a la ayuda inestimable de Fernando Pejenaute. En fin, que no me sobran horas, y entretanto voy descubriendo un Egipto gobernado por un abuelo de 82 años que puebla las calles con un retrato de cuando era 20 años más jóven, en el que luce gafas de sol y vestido negro, modelo Guardaespaldas de estrelle de cine en declive.
Desde casa Pepa, gracias encanto, Paz y Bien, álvaro el biciclown.