jueves, 20 de marzo de 2008

Moverse en una capital.../Moving around in a capital city...(20/03/2008 Turquía)

como Ankara es algo bien difícil. Para empezar todo depende de donde te alojes. Mi amigo Murat a quién conocí junto a su mujer Filiz en Chipre semanas atrás, no me esperaba en su casa a veinte kilómetros de la capitl cuando llegué empapado a Ankara. Una brutal tormenta de agua me dejó calado hasta los huesos
Al llegar a la casa de Murat el vigilante me entregó las llaves de la casa de mi amigo. Al entrar en ese espacio que pertenecía a una familia turca, tres notas me esperaban:
Alvaro si tienes hambre come esto, es para ti (un sandwich), si quieres ducharte, sólo tienes que abrir el agua, y si quieres conectarte a internet hay wireless
Han sido muchas las ocasiones en las que alguien me abre las puertas de ese espacio vital tan privado que es un hogar y me deja a solas, o en las que me dejan un coche y luego me preguntan si tengo licencia para conducir, pero nunca dejo de sorprenderme con esos gestos de absoluta confianza hacia mi. Es en esos momentos en los que me considero un ser verdaderamente privilegiado, tocado por una llave que abre puertas. Pero no todas; sólo las más interesantes. La de Larrotcha no se abrió.
Al ?segundo? de la Embajada española en Ankara, el policía nacional le comunicó con innegable acento gallego que el biciclown estaba en la entrada.
?No tiene cita conmigo?, aventuro que llegó a decirle.
Es cierto; mi secretaria olvidó coordinar ese detalle los días previos a mi llegada a la capital turca.
Me encontraba recorriendo la maravillosa estepa otomana, con pequeñas villas de las que emergen siempre visibles en la distancia la torre de la mezquita en un país poco practicante. Las mezquitas habilitadas en las estaciones de servicio se encuentran generalmente abandonadas y con menos visitantes que el bar de la misma estación. A Mehmet (el gasolinero de la foto) tampoco le telefoneó mi secretaria.
Acababa de levantarse cuando a las siete y media de la mañana le cayó por ahí el biciclown. El perro de la entrada le despertó con acento kurdo previniéndole de mi llegada. Mehmet abrió la nevera y sacó todo lo que tenía para compartirlo conmigo. Calentó agua para el té y, sin cruzar apenas media palabra ya que el idioma era en este carro barrera y no puente, desayunamos juntos en una fría mañana turca en que trataba de acortar el camino hacia Ankara.
A veces me pregunto para qué voy a las Embajadas de mi país. Tal vez porque no pierdo la esperanza de encontrarme de nuevo con un Alberto Cerezo, con un Antonio, con una Fátima, con un Sebastián..., con personas sensibles que no temen abrir la puerta a un extraño (por más que este sea un compatriota). Más allá del deber, más allá de lo que dice el Reglamento, bajando al coso de las relaciones humanas y dejando el palco de autoridades. Quien sabe si Larrotcha y yo, de habernos conocido, hubieramos tenido un amigo en común, o a lo mejor hubiéramos descubierto que fuimos compañeros de promoción en la Universidd de Navarra, o que a los dos nos apasiona Ángel González, o la música brasileña, o la magia, o...; tal vez me hubiera ofrecido un café. El policía nacional de la entrada, el gallego, de repente descubrió que me había visto en la tele.
Cada vez que entro en una Embajada de mi pais, es como si estuviera actuando en la calle co mi clown. Nada está coordinado de antemano, no hay citas previas (a lo sumo como esta vez algun correo electrónico): juego a improvisar relaciones. Les solicité contactos para mi show (gratuito como todos) pero en esta capital de más de cuatro millones de habitantes no conocen a ninguna organización con la que yo pueda preparar mi espectáculo. Sobre las charlas o los Talleres que algunas Embajadas han organizado (remuneradamente) ya han gastado en marzo todo el presupuesto anual. Obtuve rapidamente la carta que las Embajadas acostumbran a redactarme en la que queda constancia de mi paso (firmada por un tal Larrotcha) y salí por donde entré.
Agradezco a Isabel que me atendiera ese miércoles previo al cierre vacacional y no quiero que leais aquí una crítica resentida a esta Embajada (y a otras que han actuado de igual manera conmigo). Si reflejo este episodio es más para destacar aquí otra parte del proyecto: la de lo espectáculos y su gestación. Una parte de mi vida que no aparece a menudo en mis escritos y que me escuece por dentro.
Al vivir a más de 20 kms del centro desplazarse es bien difícil y gracias a la ayuda de Murat he podido ir a la ciudad. Su coche utiliza gas, pues cuesta cuatro veces menos que la gasolina. Ha puesto tan sólo el combustible necesario para ir y regresar. Murat está en paro y en cuatro días se va a Nueva Zelanda. Harto de la situación política que se vive en este país en donde el Partido en el Gobierno el AKP ha hecho una cruzada en favor de la universalización del velo en la mujer, y que no oculta sus simpatías hacia los árabes, no desea que el país pierda sus raíces otomanas. Ataturk le dió a este país una identidad frente a las numerosas invasiones exteriores, dada la privilegiada ubicación de Turquía cruce de civilizaciones, y todos le reconocen como el padre de la nación. La bandera turca prolifera en las fachadas de los edificios, de las casas y de los automóviles de aquéllos que están en contra de ese romance del Gobierno con lo árabe.
La libertad en internet ha comenzado a resquebrajarse y ya no se puede acceder al conocido sitio de Youtube (donde tengo colgados algunos videos como sabeis), y Murat no quiere que sus dos hijos de 10 años y 15 meses crezcan en ese jardín de limitaciones. No ha dudado en romper la hucha y tomar un avión a Nueva Zelanda. Allí, con visa de turista, espera encontrar trabajo y regresar para llevarse más tarde a su mujer y sus hijos. Emprender una nueva vida es siempre posible, por muchas cargas familiares, basta un espíritu emprendedor y ?un par?.
El viernes partiré hacia Estambul donde la semana que viene Jeroem, el mecánico oficial de Bike Tech aterriza con un cuadro reforzado para solventar el problema que tuve en Aleppo (Siria) cuando se partió la pieza del cuadro a la que el portabultos trasero va sujeto. Algo muy raro, pero que en cualquier caso siempre tiene solución contando claro está con muy buenos amigos. Aprovecharemos además para cambiarle el aceite al buje Rohloff. Ese buje que contiene en su interior todas las marchas es una auténtica maravilla. Hace que el cambio de marchas sea casi automático, que no precisa ningún esfuerzo. Además limpiar la cadena cuesta menos que cepillarse los dientes. Realmente os aconsejo probarlo a quienes tengais pensado algún viaje largo. Es, como todo lo bueno, para toda la vida. Ya llevo más de 5.000 kms desde que partí de El Cairo y está como el primer día.
El desvío a Estambul, no previsto en mi ruta que tiene marcada vocación asiática, lo haré en tren o en autobús. Allí estaré unos días y trataré de buscar contactos para el espectáculo. Luego regresaré de igual modo a Ankara y reemprenderé el camino hacia la frontera con Georgia.
Aprovecharé para darle el empujón definitivo a la nueva web, que parece que va a nacer en breve pero con cesárea, y a la que Fernando está dedicando todo su tiempo libre. Este lunes no habrá entrevista en Punto Radio, pero la semana siguiente volveremos con las entrevistas que desde comienzos de año viene haciéndome esta emisora en el progrma A día de hoy y que Marcos Cruz publica en su web
Desde Goksu Goleti, Ankara, dia 1.218 Paz y Bien, el biciclown
In Ankara, it is quite difficult. It all depends on where you stay. My friend Murat did not think I would turn up at his place 20 kms before Ankara. I got there soaking. An incredible storm left me all wet, from head to toes. When I arrived at his house the guard gave me the keys. I went it and read three notes they had written for me:
Alvaro, if you are hungry this is for you ( a sandwich), if you need a shower you only have to open the water and if you need internet connection there is wireless for you. Many times have opened their private space for me, their home, and left me alone, or they have left me their car to sleep in. But I am always taken aback by so much generosity. This is when I feel so honoured and privileged. However, some doors have not been opened for me: in Larrotcha, the Spanish Embassy in Turkey (because I had no appointment. For sure, my secretary forgot to call in advance).
I came across many mosques, most of them abandoned. Mehmet (the guy at the petrol station, in the picture) did not get a call from my secretary either.
He had just woken up, seven thirty in the morning, when biciclown arrived. The dog warned him. Mehmet opened the fridge and gave me all he had to share it with me. He boiled some water to prepare tea and we had breakfast together, not a word was said, language barriers.
Sometimes I wonder why I visit Spanish Embassies. Maybe, I do not lose the hope to meet again an ?Alberto Cerezo, a Fatima, a Sebastian..? people with a certain sensitivity. Further from the duty, from the law, from the norms.. they open their hearts. Every time I visit a Spanish Embassy it is as if I was doing my clown performance for them. I play to improvise relationships. I asked them in Ankara for some help to do my show but they said they did not know of any organization interested ( a country with more than 4 million inhabitants!). As for giving a talk, they said they had no money left for that kind of purpose. I left.
Thanks to Isabel for having paid some attention to me before the bank holiday. And please, do not take my comments as a criticism, I am just telling you this because there are some things that really get on me and boil inside my heart. This is part of my project too, although sad, thank God I do not have to refer to it many times.
I live 20 kms away from the city centre but Murat has been helping me to get there. His car works on gas, cheaper than petrol. He just fills it up with what is necessary to go and come back. He is unemployed and he will return to New Zealand in four days. He is fed up with politics here. Ataturk gave this country an identity to fight against foreign invasions, Turkey has a strategic position. You can see the Turkish flag on the top of every building, house, and cars who are against this affair between the Government and the Arab culture.
Youtube (where I have 10 videos) is not available, and Murat does not want his kids (10 years old and 15 months old) to be brought up among so many limitations. He has taken all his savings and bought a ticket to New Zealand. Once there and after finding a job he will come back to pick up his family. You only need an enterpreneurial spirit and a pair of...
I leave for Istanbul on Friday. Jeroem, Bike Tech official mechanic, is coming to change the frame and to solve the problem I had in Aleppo (Siria). With good friends, there are no problems, only solutions. Since el Cairo I have cycle more than 5.000 kms and almost everything seems to be in perfect condition.
I will go to Istanbul by train or bus to try to fix some shows. Then I will come back again to Ankara to head towards Georgia.
Fernando is investing all his free time to launch the new web very soon. This Monday there is no radio interview, but next week we shall start with the interviews on Punto Radio.
From Goksu Goleti, day 1218, Peace and Well being, the biciclown.

sábado, 15 de marzo de 2008

Patates Trogloditas / Troglodyte chips (15/03/2008 Turquía)


La acción volcánica del Monte Erciyes (3917m) el Melendiz (2963m) y el Hasandg (32698m) ha ido configurando y moldeando el terreno de la Kapadokya en Turquía. Una obra de arte al aire libre, siempre cambiante, por efecto de la luz del día y de las estaciones. Ahora, en invierno, la luz que se filtra por entre los grises nubarrones crea un espacio de silencio y misterio por el que uno se adentra con cierto temor.
Curiosas chimeneas emergen de la tierra, como periscopios de un submarino, y metálicas puertas conducen a habitaciones secretas. Son almacenes, cámaras naturales de conserva, en donde se guardan los limones, las naranjas o las patatas. Curiosamente en turco se dice patatEs como en bable.
Las patatas me conectan directamente, por esos pasillos de la memoria y los sentimientos, con mi gran amigo Mr. Imprevistos: frutero de profesión pero patatero de triunfador. Las patatas le han dado mucha vida, vino y poesía. Esta tierra es buena para la siembra del tubérculo y a buenos precios. En la nave cuarenta kilos de patatas cuestan 10 euros. Una débil luz alimentada por un generador elimina las penumbras en donde las mujeres y los hombres van metiendo las patatas en los sacos. El frío dentro es considerable y ellos van bien abrigados. Pero la humedad se cuela en los huesos con facilidad y, parado, nunca hay ropa suficiente para entrar en calor. Así que dejo la cámara por un rato y hago malabares con las patatas para que las sonrisas de estas sencillas personas iluminen un poco más la sala. La Kapadokia turca ha sido un magnífico escondite para los católicos que, dada la facilidad de horadar la montaña, han ido excavando auténticas ciudades subterráneas como la de Özkonak. Esta ciudad fue descubierta por un agricultor que, harto de regar la tierra sin éxito, trató de averiguar a donde iba a parar el agua. Esta se filtraba por un boquete yendo a dar a una cubeta que servía de aljibe a los habitantes de estas ciudades trogloditas. Cuando los habitantes se sentían amenazados se metían dentro de la montaña y cerraban la puerta de piedra (una especie de rueda) que ni el ejército más poderoso podría derribar. Por un ingenioso sistema un niño podía abrirla desde dentro. El agricultor que descubrió esta ciudad subterránea se la enseñaba a los turistas a cambio de una propinilla, con la que se ha ido comprando varias casas, de las modernas, en Estambul. Es un hombre rico, a pesar de que el Gobierno le robó la idea y ahora explota el negocio.
Así me lo cuenta Apo, que corría por los pasadizos de esta ciudad donde nació y aún vive su familia que nos ha ofrecido un desayuno de muerte. Leche, quesos, aceitunas? y un plato típico que la madre ignora si me gustará. Tortilla de patata. Entre risas le explico que es el plato nacional español. Apo ha trabajado muchos años en Rumania en casinos y es amigo de Levent, el gran tipo que me alojó en Chipre. Ahora Apo es dueño de uno de los mejores restaurantes de Urgup www.sominerestaurant.com, en donde voy recuperando kilos día a día. Invitado por esta sencilla persona, tan grande como inofensiva, voy dejando pasar los días en la Capadocia mientras la nieve sigue depositándose en las montañas de alrededor con precisión y paciencia alfarera. Cuando llegué, Apo me preguntó cuanto tiempo me iba a quedar. Le respondí que un día, y vamos camino de siete. Él tiene la culpa, por ser tan amable, y también su perro Zeus, a quien no le guardo rencor a pesar de haber meado en la bici. Creo que mañana reemprenderá la ruta, pero lo digo en voz baja, pues Apo es capaz de robármela para que me quede.

The action of volcan Mount Erciyes (3917m) Melendiz (2963m) and Hasandg (32698m) have shaped the landscape of Kapadokya in Turkey. A masterpiece in nature, always changing, depending on the season light. Now, in winter, light filters through the grey clouds creating a space of silence and mistery.
Funny chimneys come up, and metallic doors lead you to secret rooms: the warehouses, natural chambers to preserve food (lemons, oranges, potatoes)
Potatoes connect me with my beloved frien Mr. Imprevistos: owner of fruit shops but potato man to be successful. Potatoes have given him much life, wine and poetry. This land is good for potatoes to grow at good prices. 40 kilos of potatoes at 10 euros in te bay. A subtle light fed by a generator eliminates the shades where women and men put potatoes in the sacks. It is very cold in these bays and they have to wrap up. I do a bit of joggling with potatoes for their smiles to lighten up the scenario. Turkish Kapadokia has been a place for catholics to hide away, excavating great underground cities like Özkonak. This city was discovered by a farmer fed up with watering the land without success he wanted to find out where the water was going to. It filtered going down to reach these troglodyte cities. When inhabitants felt threatened they would go inside the mountain and close the stone door (with a wheel shape). The most powerful army had nothing to do here. The farmer discovered the city and now shows it to tourists. Thanks to their tips he has built some houses, modern ones, in Istanbul. He is now a rich man although the Government stole his idea and now is trying to make business with it. Apo told me the story. He and his family invited to a great breakfast. Milk, cheese, olives, and Spanish omelette. Apo has worked many years in Rumania, in casinos, and he is a friend of Levent. Now Apo is the owner of one of the best restaurants in Urgup www.sominerestaurant.com. Apo asked me how long I would stay, I told him that just a day, and it is already my seventh day here. Impossible to leave such a place and such nice people. His dog Zeus is also one of the best here, I have been nice to him although he has peed on my bike. I believe I am leaving tomorrow, although I do not say it very loud, otherwise Apo would even steal my bike to make me stay.

domingo, 9 de marzo de 2008

Tengo y no tengo/ Having and not having (09/03/2008 Turquía)


No tengo que ir corriendo a buscar a mis niños a la escuela, no tengo hora en la peluquería, no debo dar vueltas a la manzana para encontrar aparcamiento, no he de ir al super a llenar un carrito de comida, no he quedado con nadie en el gimnasio..., al atardecer, tan sólo he de buscar un lugar en el que dormir. Imitando a los pájaros que a esa hora regresan a su nido, yo he de buscar el mío. Casi cinco años (si cómputo también el año y medio pedaleando en Sudamérica), que mi mundo no tiene ventanas ni puertas, y que mis responsabilidades son mínimas. Un poco de aceite en la cadena, aire a las ruedas, vigilar los coches que quieren acortarme la vida por la espalda, tratar de buscar un lugar en el que actuar, actualizar la web, responder los correos de los amigos y..., SER FELIZ¡¡¡: una gran responsabilidad.
Estos días en Turquía mi tienda se ha revelado como el mejor hotel y me ha permitido descansar en algunos lugares de ensueño. Con vistas que ni el más rico de los hombres puede soñar, bajo cielos estrellados, con el sol colándose por la tienda a las seis de la mañana y con el despertador natural de los pájaros que me recuerdan que vivo en plena naturaleza. No siempre es fácil dar con un buen emplazamiento para la tienda y, a pesar de las miles de noches acamapando, en ocasiones tardo más de una hora. A veces es una casa en construcción, otras una casa abandonada, otras un sendero casi desapercibido que sale de la carretera principal y por el que me aventuro sin saber muy bien a donde voy, guiado tan sólo por el olfato nómada.
Pocas veces tengo que recurrir a las gasolineras. En parte porque no me gustan, salvo para tomar té. Siempre hay coches que paran a repostar de madrugada, huele demasiado a gasolina, suelen estar sucias y, como digo, salvo para tomar té no las frecuento. En Turquía el té va siempre unido al saludo y viceversa. Al día suelo beber unos 5 ó 6 tés. Todos invitado por la gente del lugar. En las gasolineras, parar a llenar las botellas de agua y tener un vaso de té en la mano es sinónimo. Permanentemente tienen agua hirviendo y, al lado, una tetera con té concentrado que mezclan en pequeños vasitos en proporción de 1 de té por 3 de agua caliente. Los turcos que me voy encontrando son gente muy amable y si no fuera por la barrera del idioma, ya estaría bromeando mucho más con ellos. Pero voy con calma. De momento aprendo los números, los saludos, a dar las gracias (siempre lo primero que aprendo en cualquier idioma es GRACIAS), y poco más. Pero es que últimamente me invitan hasta al internet. En los tres últimos pueblos ha sido así. Parece como si les ofendiera al quererles pagar.
Cuando salí de Chipre lo hice dejando atrás dos nuevos amigos: Mustafá y Levent. Con ellos compartí varios días en la isla, disfrutando de su hospitalidad. Levent ha vivido muchos años en Asia Central y ha aprendido divertidas recetas de cocina que ponía en práctica conmigo. Me acompañaron hasta el barco y, en un gesto rápido, Levent pagó por mí las tasas de salida del país. Otro gesto más de generosidad para con el, hasta hacía cuatro días, desconocido. Al despedirse Mustafa me decía: "no nos olvides". Sería penoso si lo hiciera. A pesar de ser cientos (¿miles?) las personas que me han ayudado, de todos guardo recuerdo en mi memoria y sobre todo en mi corazón.
Hoy he plantado mi tienda entre pinos de montaña, a más de 1.200 metros, con las montañas nevadas como telón de fondo. Afuera el viento aulla y amenaza con darme la nochecita, pero "nunca llovió que no parara". La noche anterior fue peor. Acampado cerca de la vía del tren, comprobé que ese medio de trasporte es muy querido por los turcos. Más de 7 trenes circularon por la noche haciéndome saltar del saco en más de una ocasión pues pensé que entraba directo por la puerta. Estoy cerca de uno de los lugares más hermosos de Turquía: la Capadocia. Si el hombre no la ha estropeado demasiado, es un lugar precioso por naturaleza. De allí a Ankara unos 7 días. Tal vez vuelva a ver a Nazli, la chica que me alojó en su casa en Adana, y a la que (aleluya¡¡¡) le han dado la visa para ir a Salamanca a estudiar español.
Como dice Luis Rosales, vivo "como el naúfrago metódico que contase las olas que le faltan para morir y la contase una vez y otra vez, para no equivocarse...", así voy yo, despacito, pensando hasta en respirar, porque lo que tengo es muy grande y no quiero perderlo.
Desde Turquía, día 1206, Paz y Bien, el biciclown.

I don?t have to run to take my kids to school, I don?t have an appointment at the hairdresser, I don?t have to drive around to park my car, I don?t have to go to the supermarket to do a big shopping, I am not meeting anyone at the gym..., at sun setting, I only have to find a place to sleep, imitating the birds looking for their nests. Five years already cycling (including South America), my world has no windows or doors, my responsibilities are to a minimum level. A bit of oil for the chain and air in my tyres, watching out for the cars, updating my web site, answering the mails of my friends... that is, BEING HAPPY: a great responsibility.
In Turkey my tent has become my best ally. Great views, not even the richest man can pay for them, the sun coming in the tent at 6 a.m, a natural alarm clock: the birds. I live in full contact with nature. Looking for a nice place to put up my tent is a real adventure: a path, an abandoned house, off the road, I just follow my nomad intuition.
I hardly visit petrol stations, I don?t like them, just to grab some coffee or tea. In Turkey tea and greetings go together. I drink 5 or 6 cups of tea a day. Locals invite me. The locals I have come across are really kind people and if it wasn?t for the language barrier, I would crack many more jokes and stay longer with them. Little by little, I am now learning numbers and to say THANK YOU (essential in any language). They even invite me to use internet connection for free. Nice people, no doubt.
When I left Cyprus I left two friends: Mustafá and Levent. I spent some days with them. Levent lived many years in Central Asia and there he learnt funny recipes cooked for me. They even came with me to take the ferry, Levent paid the taxes to leave the country. Another nice gesture of generosity. Mustafa, when saying good bye, said ?do not forget us?. I wouldn?t dare. I have in my mind and memory all those who have helped me and spent some time, even some minutes, with me. They are in my heart.
Today I have ?planted? my tent at more than 1200 metres, up in the mountains, surrounded by pine trees. Snowy mountains in the background. The wind blows outside. The night before was worse, next to the rail ways. More than 7 trains passed by last night making jump out of my sleeping bag, I thought they had run over me! I am near one of the most beautiful places in Turkey: Capadocia. Beautiful nature and landscape. In 7 days I will be in Ankara. I may meet again Nazli, the girl who put me up in Adana and who got a visa to go to Spain to study Spanish, great!
Luis Rosales says, I live like the ?methodic castaway, counting the waves to die and counting them once and again not to go wrong..?. this is my life, at a slow pace, thinking before breathing, because what I have is too huge and I want to enjoy every minute of it.
From Turkey, Day 1206, Peace and Well being, the biciclown.

sábado, 1 de marzo de 2008

Una isla para no perderse / An island not to get lost


Fecha/Date: 01/03/2008
Lugar/Place: Lapta, norte de la isla de Chipre (Northern side of Cyprus)


Cuando abandoné Siria rumbo a Turquía, en el último control policial, un militar me aguardaba plantado delante de la barrera. Me detuve y le extendí mi pasaporte. Lo tomó con ambas manos y lo hojeó en busca del sello de salida. Al verlo, y al comprobar que yo era español, me agarró la cara con la suavidad con la que una madre levanta a su hijo de la siesta y al mismo tiempo con la determinación con la que el árbitro pital el final del partido, y me plantó un beso en la mejilla diciendo:

"Ahalan wa salan" ( o sea, bienvenido).

Cuando salí de la parte griega de la Isla de Chipre el policía ni siquiera levantó la vista del periódico ni se quitó el puro de la boca para decirme alguna cosa. Haciéndome una seña imperceptible con los ojos me indicó que podía largarme.

La parte de la Isla de Chipre de la que vengo de rodar una semana, administrada por los griegos y por lo tanto terreno de la Unión Europea, es una isla para no perderse. Por dos motivos opuestos: porque su naturaleza es preciosa y porque sus gentes no saben sonreír. A veces pienso que es muy osado por mi parte emitir un juicio de valor tan genérico con tan poca información. Es cierto que es así, y no lo es menos por más que crea que acierto a veces con esas afirmaciones. Por ejemplo la de que la parte sur de la isla (en adelante la llamaré la griega) está llena de gente infeliz. Cuando le comenté esto al dueño de un pequeño supermercado instalado en una casa prefabricada (por 24 mil euros) me dió la razón. Él era italiano y llevaba cinco viviendo en la isla, pero estaba casado con una chipriota.

"Esta gente tiene todo, tiene el sol, el mar, la nieve y la montaña, pero arrastran su cara por el suelo en vez de ir con ella bien alta", me decía.
En más de una ocasión tuve que repetir dos veces el saludo para obtener la contestación. También más de una y de dos veces entré en las tiendas cual torero haciendo el paseillo, saliendo por donde había entrado sin haberme siquiera quitado la montera. Los precios están en Pounds (moneda de la Gran Bretaña) y traducidos a Euros. Mi economía sufrió un duro golpe semejante al de Wall Street en el 29, viéndome abocado a cocinar un día si y otro también. Hacía mucho que no me pedían un euro por un kilo de tomate, o dos euros por uno de plátanos. Se acabó eso de poner en la balanza un tomate y un cebolla y pretender que te hagan precio conjunto.

En la parte griega hay más Pubs (con gran pantalla televisiva emitiendo 24h deportes), casas de apuestas y burdeles que internets. Tal vez será por eso que el precio de estos últimos es abusivo: cuatro euros la hora. La cara que se le quedó a algun dueño de los cyber cuando les dije que en África no pagaba más de medio euro por una hora.

Tras unos días rodando con una amiga turca comprendí que mi libertad estaba siendo ampliamente amenazada y decidí poner aire de por medio. Ella no podía cruzar al lado griego, por lo que emprendí esa parte de la isla gozando mi nunca bien valorado estado de celibataire . Afronté la subida al Monte Olimpos, una parte de la isla muy accidentada, donde la nieve aún adorna las laderas. El frío a la noche era intenso pero no me impedía disfrutar de mi Hotel particular, dentro del cual me siento como en casa. Nada mejor que una buena tienda para recobrar el calor perdido.

Otro de los negocios en alza en la parte griega son las inmobiliarias. Parece que no hay ninguna ley que defienda a la isla de la máquina del cemento y crecen casas, lujosas eso sí, en cualquier esquina. Para mí las casas en construcción, aún sin techo y ventanas, son un lugar perfecto para pasar la noche. Suelo irme antes de que lleguen los currantes por la mañana.

La isla está plagada de monasterios ortodoxos o de pequeñas capillas. Uno de los más famosos es Kykos que está muy bien conservado. Sus mosaicos son de un colorido y una pulcritud extrema, tanto como el celo de los curas por no verte las piernas. Las mías creo que llegaban a excitarles, pues aunque me las cubrí con el turbante (a modo de pareo) insistían tanto en que me pusiera pantalones largos que opté por irme. ¿Por qué será que ciertas personas se fijan más en la imagen externa que en el corazón de las personas? En fin, esta historia ya es vieja y no tiene solución.

Los almendros están en todo su esplendor en esta época del año y me alfombran el camino al tiempo que los pinos me acarician el cabello. En el aire hay tantos olores naturales que creo padecer una borrachera. Los pájaros me despiertan por las mañanas justo antes de que el sol entre por la tienda. No importa que lleve ya seis días con la misma ropa para pedalear y sin tomar una ducha en condiciones. Sólo hay algo que me inquieta.
Estoy dando la vuelta a una isla, haciendo un círculo, y no avanzo en mi recorrido. Pero pienso que aunque pise el continente no dejaré de dar una vuelta en círculo, para terminar regresando a Oviedo un día, y que al fin y al cabo lo importante no es a donde llegamos, sino el camino que utilizamos para hacerlo. Estos días me he perdido en una isla, me he tomado unas minivacaciones en mi libro de ruta, para alargar aún un poco más el placer del camino. Aunque las personas del lugar no han sido lo más amables que he visto en estos tres años, he disfrutado de la naturaleza que me regalaba árboles repletos de naranjas dulces, que he comido hasta que mi navaja ha perdido el filo.

Y no han faltado algunos gestos amables, como el de Andrea regalándome un litro de zumo a la salida del supermercado donde no querían echar un vistazo a mi bici mientras hacía la compra, o el de aquél hombre sesentón con el que no pude intercambiar una sola palabra por mi desconocimiento del griego que me invitó a un riquísimo café en el jardín de su casa. He salido sabiendo decir una sola palabra en griego, GRACIAS, que he utilizado hasta en los casos en los que la gente no era amable.
Si viajais en esta época del año a la parte griega de Chipre, al sur, no vereis más que turismo británico poniendo a prueba su cuarto by-pass para orgullo de su cardiólogo, conduciendo pequeños coches de alquiler más despacio que yo mi bicicleta.
El lunes de madrugada estaré pisando de nuevo el continente, Turquía, para encaminarme rumbo a Ankara. Las gestiones encaminadas a realizar algún espectáculo en este país de nuevo van por mal camino, toda vez que tras solicitar de mi Embajada algún contacto local para actuar no he tenido respuesta alguna. Mi propuesta de organizar alguna charla o Taller de clown ha sido acogida con un frío: "no tenemos presupuesto...", lo cual no por ya oído en otros países me suena menos mal. El Instituto Cervantes en Estambul no contesta y en fin, pienso que sería de mi si las cosas fueran más fáciles a veces, si no hubiera cuestas en el camino, si tuviera siempre una ducha a mano, si cada mañana me despertaran con un beso, si los almendros tuvieran siempre flor, si...; pues que la vida dejaría de ser interesante.

Según mi horóscopo una nueva web debería haber visto la luz hoy, pero los horóscopos ya sabemos siempre se equivocan, y si el satélital funciona en el barco que he de tomar el domingo por la noche, como cada lunes a las 5,15h a.m horario peninsular, en Punto Radio, podeís escuchar en directo la entrevista semanal con Alejandro y que Marcos y Alegría se encargan luego de grabar y trascribir en la web aliome.net.
Gracias a Leban, perdón amigo pues no se cómo se escribe, ahora me alojo en una casa y he tomado la ducha y hasta he lavado la ropa. Desde aquí aguardo a que él venga de llevar a su compañero de piso al casino. En la parte norte (turca) de la isla hay 22 casinos para una población de 400.000 personas. NO VA MÁS.
Desde Lapta (Chipre-turco) día 1.200, Paz y Bien, álvaro neil, el biciclown

When I left Syria towards Turkey, at the last police control a military policeman was waiting for me at the barrier. I stopped and handed my passport over to him. He took it and had a look at it looking for the exit stamp. When he realized I was a Spaniard he took my face with the care of a mother and with the determination of a referee whistling the end of the match and kissed my cheek saying:

"Ahalan wa salan" ( that is, welcome).

When I left the Greek part of Cyprus, the policeman didn?t even turn his eyes to me or stopped smoking his cigar. He just waved me to say I could go.

The area of Cyprus I have cycled for a week is administered by the Greek and therefore, it is European Union territory, it is an island not to get lost: because of its incredible landscape and because people don?t know how to smile. Sometimes I think I should not judge them on the basis of such little information. But it is the truth. For example the southern part of the island is full of unhappy people. When I told the owner of a supermarket he said I was right. He was of Italian origin and had been 5 years on the isle but he was married to a woman from Cyprus.

"They have everything, the sun, the sea, the snow, the mountains, but they never walk with their heads up? he told me.
Many times I had to greet them more than 3 times to get something back. Prices are in sterling pounds and translated into euros. My economy was suffering the same as Wall Street in 29 and I had to cook for myself everyday. A long time since I had paid one euro for 1kg of tomatoes or 2 euros for 1 kg of bananas. Too expensive.

On the Greek side there are more Pubs (with a big tv screen broadcasting soccer round the clock), betting houses and brothels than internet cafes. That is why internet is so expensive here. They were shocked to find that in Africa I would only pay 59 cents for an hour.

After some days cycling with my Turkish friend I learnt that my freedom was being threatened and decided to go. She could not cross over to the Greek side. I faced the hike to Olympus Mountain, where there was still snow. It was very cold at night but I enjoyed my special hotel where I feel home. A good tent lets you recover the lost warmth.

State House is a good business on this side of the island. There is no law to defend the island from the attacks of the cement industry, houses are everywhere. I used some of the ?houses under construction? to spend the night and left before workers came early in the morning.

There are Orthodox monasteries or chapels everywhere. Kykos is very well preserved. Mosaic colours are wonderful, very neat. Priests were afraid of looking at my legs, I think it got them excited even. I covered them with scarf but they insisted on me putting on a pair of long trousers. I finally left. Why do some people pay more attention to external appearances than to the heart? It is an old story without solution.

Almond trees are at their boost. They carpet my cycling path. There are so many natural smells in the air?Birds wake me up in the morning just befote sun gets into my tent. Six days already with the same clothes on. But something is getting me nervous.
I am cycling an island but do not advance. It is like a loop. The important thing is not the end but the way. I have enjoyed these mini holidays, eating so many oranges that my pen knife is not sharp any more.

I have met some nice people, like Andrea giving me a litre of orange juice when leaving the shop, or the 60 year old man who invited me to a wonderful cup of coffee. I have only learnt one Greek word, THANKS, which I have used many times, as many as people were rude to me.
This time of the year there is only British tourists here, driving around the island the rented cars bigger than my bike and myself together.
Next Monday morning I will be in a new continet. Turkey towards Ankara. My proposal to organize talks and shows has not been very welcome. ?no budget? they sa. Cervantes Institute in Istanbul does not answer. Anyway, life is always more and more interesting on the way.

A new web is about to be launched a new radio interview is to come at 5.15 am, Spanish timetable (punto radio). Marcos, Alejandro and Alegria record it everytime to upload it www.aliome.net.
Thanks to Leban for putting me up and letting me do some washing. In the northern side of the island there are 22 casinos for a population of 400,000 people. INCREDIBLE!
From Lapta (Turkish Cyprus) day1,200, Peace and Well Being, Alvaron Neil, the biciclown.